Es un pueblo de tardío poblamiento; tal vez hasta principios del S. XVI, donde ya aparece su nombre documentado.
Su origen se debió a las continuas majadas, chozas, que iban construyendo los pastores de otras villas en esta zona. Es por lo que su crecimiento fue muy lento.
Durante muchos años perteneció a Mombeltrán.
Debido a lo montañoso de su terreno no posee una importante agricultura sino más bien minifundista; constituyéndose sus pinares y la ganadería como las fuentes de su riqueza.
Como otros pueblos conservan una arquitectura popular; con bonitos rincones típicos de la zona. Su casco urbano además se ve revalorizado por el esmero de las mujeres en el cuidado de las plantas ornamentales.
Sus calles, recientemente, han sido decoradas con murales de cuadros de los grandes maestros de la pintura.
Destacar también: su Iglesia, la Plaza Mayor con los arcos de "El Tajón" y la ermita de San José.